Semillas de sésamo enteras, de sabor intenso. Muy utilizada especialmente en la cocina árabe y asiática (de donde proviene). En los ultimos años su consumo se ha expandido por todo el mundo gracias a la información que se ha difundido sobre sus propiedades y beneficios. Son semillas de pequeño tamaño, planas y de color negro que se obtienen de una planta herbácea denominada Sesamum indicum. En el fruto de estas plantas es donde se encuentran las preciadas semillas.
Beneficios: Con mayor porcentaje de hierro, calcio y gran aporte de fitoesteroles y omega 6 para la reducción del colesterol. Son ricas en ácidos grasos, compuestos fenólicos, antioxidantes, vitaminas y fibra dietética. Su contenido en hierro, fósforo, magnesio, cobre y cromo, la convierten en un complemento que mineraliza nuestro organismo. El sésamo negro contiene muchas proteínas de origen vegetal, por lo que podremos regular el contenido de la grasa en nuestra sangre. Eso sí, para no sufrir carencias en este sentido, lo mejor es combinarla con leguminosas. De ahí que mucha gente las incorpore a sus ensaladas de lentejas o incluso a los guisos tradicionales de legumbres.
Usos: Se pueden comer crudas, pero para absorber mejor sus nutrientes es mejor molerlas. Ideales para agregar a ensaladas o woks de vegetales. La cantidad diaria recomendada son 2 cucharaditas. Otra manera de consumirla es preparando tahini, una pasta untable. También se pueden incorporar a múltiples recetas, como sopas y panes.